Las travesuras en el salón de clases son cotidianas pero hay algunas que se vuelven memorables. Las de Óscar siempre las voy a recordar, entre ellas: la vez que se comió mi paleta de gomita que me regalaron de navidad, la ocasión en que desayunó mis almendras con chocolate y la de ayer, en que no quiso tomar clase porque decidió que era mejor jugar con plastilina escondido bajo las mesas.
¡Te descubrí! |
¿Ya te viste las manos? |
¿Cómo que no están sucias? |
hermosas las travesuras a esa edad, y lo mas bello es que un profesor le diviertan y se conmueva con ellas, un abrazotototote, nunca cambies!
ResponderEliminarMe encantó!! Besos
ResponderEliminar