Roy Berocay
Pequeño
ala.
Ediciones
Era
México,
2003.
93
pp.
Sebastián
es un muchacho como cualquiera. A su edad el mundo está lleno de ilusiones que
lo hacen soñar que un día tendrá una banda de rock. También a su edad, los
problemas ocasionados por el influjo de la rebeldía y el amor, lo llevan a
enfrentarse a situaciones desagradables de las que tiene que aprender a salir
con inteligencia.
Una
tarde, Nico, un compañero de escuela con el que Sebastián comparte algunos sueños,
le llama por teléfono para hacerle saber que con algo de dinero prestado podrá comprarse
un bajo usado y viejo. Sebastián ve en la suerte del otro la oportunidad que
está esperando y lo convence de formar una banda. Nico acepta. Sus primeros
ensayos se desarrollan entre un montón de problemas que incluyen a sus vecinos,
el escaso talento del que funge como cantante y la falta de un baterista.
Días
después Sebastián se tropieza con Eliana, una chica de la escuela cuya
capacidad en los tambores es juzgada tontamente por el muchacho. Tras reconocer
su error, Sebastián intenta persuadirla para que toque con ellos pero Eliana se
niega argumentando que su madre le tiene prohibido acercarse siquiera al
instrumento. Sebastián no desiste y al final logra convencerla de unirse a la
banda a la que también se integra Ricardo como cantante.
Con
algunos temas montados y una huelga gremial en puerta, los chicos pretenden
debutar en un festival musical organizado como una forma de protesta. Ante la
falta de una batería, instan a Eliana a robar la que su madre tiene encerrada
bajo llave en un armario pero son descubiertos. Su fallido plan sirve para que
Eliana y su madre aclaren algunos aspectos de su difícil relación. En esa
charla la señora descubre que Sebastián es el chico por el que su hija se pasa
todo el tiempo hablando. Días después, la madre de Eliana cede para que su hija
se integre a la banda y use su propia batería. Pero el festival se suspende por
la desorganización de los huelguistas y la presencia de la policía. Frustrados
por su mala suerte, los miembros de La
misma basura estudian otros medios para debutar y Eliana les da el pretexto
perfecto para hacerlo: sus XV años.
Tras
el éxito obtenido en su primera presentación, Eliana les hace saber que su
prima Leticia quiere que toquen en su fiesta por lo que su tío está dispuesto a
pagarles por la presentación. Emocionados por la oportunidad, consiguen un
camión para trasladarse a San Benito como una verdadera banda de rock. El viaje
de ida y la presentación, resultan una verdadera calamidad para los muchachos.
Para rematar, Eliana comunica a Sebastián una decisión que lo sitúa a ambos en
una realidad inesperada. Al regreso a casa, un encuentro con un grupo de música
tropical los hace entender que la rebeldía punk y el éxito, tienen su precio
pero por lo menos Sebastián está dispuesto a aceptar lo que el futuro tiene
para él.
Temas de
reflexión en el texto: amistad, amor, perseverancia, prejuicios, rebeldía relaciones
familiares, libertad.
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