viernes, 16 de diciembre de 2011

Cuenta, cuenta.


Héctor Anaya
Cuenta, cuenta.
Ediciones Castillo
México, 2003.
178 pp.

Ana Susana vive en un mundo al revés pero gracias a eso inventó una forma de comunicación muy interesante que sin embargo, no todos logran entender. A los padres de Uno Fázil nunca les gustaron las complicaciones y como consecuencia su hijo creció haciéndose la vida difícil, situación que no fue del agrado de sus compañeros de clase quienes terminaron dándole una gran lección de gramática y ortografía. Tanit es conocida como “la niña del adiós” porque su forma de decirlo no sólo es en español. Un Balón de futbol se niega a convertirse en gol mientras los niños lo sigan tratando a patadas, afortunadamente, el mundo siempre ofrece mejores opciones y el Balón opta por cambiarse de deporte. En el imaginario pueblo de los Acertijos se libra un duelo entre sus habitantes y los del pueblo de los Enigmas que termina en grandiosas respuestas.

Estas historias se suman a otras catorce que proyectan a Héctor Anaya como un domador del lenguaje y un creador de realidades paralelas que resultan dinámicas y digeribles para quien tiene la fortuna de encontrarse con este compendio de cuentos.

Lecciones de ortografía alejadas de sesudas reglas, divertidos anagramas y capicúas, ingeniosos acertijos y enigmas, amenos ejercicios matemáticos, sencillos trabalenguas y una efímera introducción al terreno de los idiomas son algunos de los laberintos a los que nos lleva Héctor Anaya con la finalidad de otorgarnos grandes enseñanzas.

Además, de este libro se pueden destacar los valores que se resaltan en cada una de las historias, así como el lugar que se le otorga a la sabiduría infantil misma que los adultos vamos diluyendo en la medida en que vamos creciendo.

Temas de reflexión en el texto: búsqueda de la identidad, compañerismo, envidia, honor, infancia, soberbia, vejez.

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